1950. Hacía ya cinco años que la Segunda Guerra Mundial había concluido, pero, no obstante, el conflicto seguía abierto. EE.UU. y la URSS con sus formas de entender el mundo, sentían la necesidad de expandirse, de hacer llegar su mensaje y su sistema a cada rincón del planeta. Capitalismo o Comunismo: sólo podía quedar uno.
Las distintas escuelas historiográficas han dado un sinfín de motivos a la hora de interpretar este periodo de la historia conocido como Guerra Fría. Cuándo empezó - ya sea en 1917 tras el triunfo de la Revolución de Octubre, como defienden unos pocos historiadores, o en 1947 a raíz del nuevo plan ideológico de los EE.UU. y su presidente H. Truman - quién fue el culpable, si es que hay uno, cuándo se dio por terminada, o cuáles son todas sus fases, son cuestiones que en este trabajo carecen de importancia. Es necesario, sin embargo, contextualizar, aunque sea de manera superficial, la fotografía.
Tradicionalmente se ha dividido la guerra fría en cuatro fases, cada una de ellas con una "guerra tipo". La de Corea quedaría enmarcarda, de esta manera, en la primera.
Las estrategias de ambas potencias eran las de conseguir el mayor número posible de aliados en Asia. EE.UU. se centró en la ocupación de Japón, estableciendo un perímetro de seguridad que se extendió desde las Aleutianas hasta Filipinas. Los soviéticos, por su parte, estaban muy esperanzados, al crearse, en 1945, la República Independiente Democrática de Vietnam, en 1948 la República Democrática Popular de Corea y, finalmente, un año después, la República Popular China.
En 1945 Corea se (re)partió en dos Estados, con sendos gobiernos. Al norte, uno comunista prosoviético; al sur, uno prooccidental. Cinco años después, el 25 de junio de 1950, tras una serie de incidentes fronterizos, el ejército de Corea del norte penetró en territorio surcoreano. El gobierno de EE.UU. no hizo esperar la respuesta ante el pavor de un nuevo triunfo del comunismo. Truman, Mac Arthur - que sería destituido después de proponer el bombardeo atómico de Manchuria - China y la URSS entraron en una guerra de desgaste que se prolongaría hasta 1953, hasta que, finalmente, el 27 de julio, se firmó el armisticio de Panmunjon, a partir del cual se creaba un área de seguiridad de cuatro kilómetros en torno al paralelo 38.
Era la primera vez, pero no la única, que la guerra fría se transformaba en conflicto armado. De todas las consecuencias que hubo, me gustaría destacar el papel de la ONU: utilizada por los norteamericanos y los países occidentales para cubrir bajo su bandera una intervención militar que a ellos les interesaba.
La fotografía.
Fue realizada por el fotógafo de guerra Al Chang (1922 - 2007). Chang retrató la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y la de Vietnam. En esta foto, tomada cerca de la ciudad surcoreana de Haktong-ni, durante una tregua, un soldado estadounidense trata de consolar a un compañero tras la muerte de uno de sus amigos. A su lado, otro soldado rellena una lista con las bajas.
La muerte: de fotografiada a fotógrafa.
En muchas de las imágenes de guerra los cuerpos sin vida son los protagonistas. En esta, la propia muerte es la que decide retratar a su hermana, a su eterna rival.
Me parece una fotografía muy especial porque capta la fragilidad de la fuerza, un soldado, aquel instrumento de matar, un utilizado, un eterno olvidado. El que lucha por una patria que no existe, el número 567, 568 o 569 de una libreta, el héroe de la nada, el veterano del dolor.
El hombre, el que nunca llora, el que es valiente, el que tiene que proteger a la mujer, su casa, el que no siente, el que no tiene miedo.
Las miradas que pudieron ser, pero que ya jamás serían.
El final del que murió, y del que no lo hizo.
Dedicado a los que en las guerras sólo disparan con sus cámaras.

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